martes, 22 de julio de 2008

Ladrón de mi cerebro.

Sabés lo que me asusta, sabés lo que me gusta estar con vos.



Estoy muy triste y no puedo dormir, pensando en el amor que yo a ti no te di. Quisiera saber dónde estás, para que tú me des otra oportunidad, y te marchas sin avisar, dejándome a mi en esta soledad, te alejas mujer porque te fallé, pero no volverá a suceder.



Pusiste primera y empezaste tu viaje, lejos de todo, lejos de todos. No llevás nada más que tus deseos y tu propia conciencia, tus ganas de ser libre, de volar cada vez más alto. Ponés segunda y doblás en la esquina, dejás atrás tus viejos sueños derrumbados, dejás atrás las esperanzas frustradas, decidís avanzar, poner tercera y olvidar. Mientras más pisas el acelerador, más rápido caen las lágrimas por tus mejillas, no es fácil el camino que elejiste, pero es el que tu cabeza te pide, llora el corazón, te duele el alma. Jugás tu última carta, ponés cuarta, y agarrás aquella ruta, la que más rápido te lleva al olvido, la incorrecta quizás, pero la que te complace el instante. Ya no queda nada hacía atrás, un camino que es cada vez más angosto, y si mirás para adelante, una ruta que se ensancha, que cada vez te pesa más en la vista, que te marea, que te pega de frente, que te confunde, que te arruina. Con los ojos hinchados de recuerdos manchados, te clava un puñal en el pecho la impotencia y la cobardía por la cual te marchaste, y pensás que nadie se acordará de vos, que a nadie le preocupa tu desición, y otra vez estás equivocado, desde mi ventana miro esperando que vuelvas, con la cara mojada y las manos heladas, espero que tu sombra me tape el sol nuevamente, que reflexiones, que te acuerdes de mi, que no me ignores, que sepas que te quiero, que sepas que te espero, que sepas que no importan tus mambos, que quiero compartirlos, que te quiero ayudar, que te necesito, que me siento vacía, que sos infaltable, que no necesitás irte, que acá siempre voy a estar y que si te vas, te quiero acompañar. Mirás para adelante, embriagás, ponés quinta, te alejás, y yo con todo esto por decirte.



Natiluu.

Nunca dejes que un ángel, haga un nido en tu almohada.