viernes, 29 de mayo de 2009

Yo siempre amé tu locura.

Uno se da cuenta que a medida que pasa el tiempo, cada minuto es más valioso; que cada recuerdo es día a día más hermoso, que los amigos son el sostén de tu edificio, que el primer amor siempre va a ser único pero no el más fuerte, sino el ensayo.
Y a n o e s t á s e n m i c a b e z a. Pensemos que esto es una cena de amigos, y ya que estamos hablemos del amor. A todos nos pasó que alguna vez estuvimos “enamorados”, nos peleamos, sufrimos, lloramos, nos pegamos, nos alcoholizamos por el “gran daño que le hicieron a nuestro corazón”, (nefastas mentiras) y después de un largo tiempo como de tres días, vino ese ángel que cayó del cielo que me hizo olvidar de ese hijo de puta que me cagó, y ahí me cae la ficha, nunca estuve enamorada de ese perejil, no fue amor, fue una obsesión, ahora sí que estoy enamorada de verdad, esta es la persona que quiero que esté al lado mío por el resto de mi vida, él sí que me hace feliz, que se merece todo lo que el otro infeliz no supo aprovechar. (¿?) Pasamos los mejores momentos juntos, duramos como una semana, y la historia es cíclica, llanto, patadas, celulares rotos contra una pared, y nos volvemos a alcoholizar, hasta que cae otra estrella para iluminarnos la vida, y ahora que me pongo a pensar, tampoco estuve enamorada de ese tarado que me arruinó la vida… No sos vos, soy yo, no es él, fue ella.
Pero para qué mierda pensamos tanto si no nos sirve de nada, volvemos a hacer lo primero que se nos viene a la cabeza y no hay chance de cambiar nuestra perfecta opinión filosófica de la vida. Basta, basta, basta, hago la mía y se van todos a cagar, ja ja ja, como si pudieras; un fernet por favor…

Natilu.
24/05/2009