Si cada hoja que cae de un árbol en otoño valiera una caricia tuya, las juntaría una por una y las guardaría en un cajón.
Si cada margarita que nace en primavera se pudiera canjear por una sonrisa de las más lindas que conocí, recorrería jardín por jardín arrancando una por una, y las guardaría en un cajón.
Si cara naríz colorada en invierno fuera la tuya, pasaría día u noche fotografiándolas y luego las guardaría en un cajón.
Si cada amanecer de verano sería con vos al lado mio, no dormiría esperando que salga el sol, y encerraría esos momentos en un cajón.
Y cuando mi cajón se complete de vos, te lo regalaría, para devolverte cada una de tus cosas y borrarte de una vez de mi vida, aunque tire por la borda el sacrificio de 365 días.
Natilu.