jueves, 14 de febrero de 2008
Cuando la soledad llega más allá de donde uno note que se trata de soledad. Cuenado el dolor y la angustía no te permite, ni siquiera, sacar una lágrima de tus ojos, esa lágrima, que podría arrasar esas espinas que se clavan una y otra vez en el alma.
Soledad por la distancia, esa impotencia que marcan los kilómetros, que cada uno de ellos guarda un recuerdo diferente, un recuerdo de esos que no se borran nunca del corazón y que cuando llega la nostagia sales como los rayos del sol cuando disipan una tormenta.
Es imposible no extrañar a la genet que te tiene en cuenta a pesar de que no estés cerca y a pesar de que no les dés ni la mitad de las cosas que le das a los que tenés al lado tuyo continuamente y qie lo poco que les das, a pesar de las distancias, lo valores muchisimo. Eso es importante. Es en este momento cuando me doy cuenta que son mucho más de lo que creía en mi vida, y que los necesito, y cada día mas, cerca mio, para vivir, y para ser felíz, porque vivir sin ser felíz no es vivir.
No puedo decir más que gracias por la gente que tengo lejos, pero que estoy en sus cabezas, las cuales me dan un espacio en su vida, y que a pesar de mis ralles, me quiere muchisimo y que me lo demuestran, y que ese querer es real y bo cambiarían nada de mi, me quieren como soy, y no por conveniencia ni por nada a cambio.
Son de esas pocas personas que puedo considerar realmente amigos, que confían en mí, tanto como yo en ellos, y que en mi lista de los mejores, están incluídos como muy pocos lo están.
Los extraño y los amo con todo mi alma. No me falten nunca son mi estrellita.
Natilu.-
EL QUE CALLA OTORGA-
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