miércoles, 26 de noviembre de 2008

LS.

Mendigando entre tus brazos,
pensando de más,
recuerdos que se quieren quedar,
memoria de formol.
Instantes
de unidad,
largas horas de soledad,
otra colilla muere en el cenicero.
Muere como mueren tus pasos,
muere como muere tu sombra,
muere al compás de un picaporte,
en el entierro de una puerta cerrada,
que con ella se lleva tu alma,
que se escapa entre mis dedos,
que se mete entre mis ideas,
que me nubla los pensamientos,
que se aferra a mis fracasos,
que los mima,
los abraza,
los conforma,
y los engaña.
Cierro los ojos,
ante una mente clausurada,
estiro la mano,
y otro cigarrillo vuelve a dar a luz.


Natilu-