domingo, 29 de junio de 2008

Muchas cosas.

Necesario, ya sos una necesidad, dicho de manera filosófica, si o si de esta manera. Es que llegaste en el momento tan justo, o será que yo te descubrí ahora y que siempre estuviste, sea cual fuere la respuesta correcta, lo que importa es que estás y que me hace bien que estés, demasiado bien te diría. Es como todo, lo nuevo tiene su encanto y lo desconocido su suspenso, y se juntan ambas cosas, más que ya te conocía y sabía que eras incondicional, y ya el suspenso es demasiado, nosotros entendemos el porqué. Además, es algo no correcto, bah, ¿Quién dice que no es correcto?, los demás, y, ¿Desde cuándo nos importa lo que piensan los demás?, no hay nada que perder, ya perdí demasiado, y no hay razón justa para juzgarnos, nadie nos puede juzgar. Y es todo tan reciente y tan inesperado que me da más intriga, más inspiración. Se hizo costumbre ya, sos mi cotidiano, te necesito aunque sea un poquito todos los días. No tengo miedo, ya estás jugadas las fichas.


Natttttttttttt.


Hay muchas cosas que me hacen pensar en tí, las estrellas hermosas que se te parecen, problemas con mis viejos y esta edad sin paz, mi sed de besos y esta soledad. Esa que me hace pensar en vos, esa que me hace gritarle a dios, esa que me hace rogar en esta terraza que vuelvas a casa. Hay muchas cosas que me hacen pensar en ti, el brillo de tus ojos en mis sueños, las ganas de ser de tu corazón la única dueño, y esa alegría que cuando te fuiste perdí. La que me viene cuando me abrazás, la que en mi alma hisiste florecer, la que me viene sólo cuando estás y no quiero perder no. Alguna cosa hace que termine mi canción y alguna otra dice que será inmortal , tan terriblemente y locamente inmortal, como el amor inmenso que siento por vos, el que a mi trajiste por primera vez, aquel que nunca nunca cambiara, aquel que por ser el hombre que deseo no terminara jamás. No terminará Jamás.