sábado, 20 de septiembre de 2008

Amiga-

Si tu sol se apaga, llámame que en mi corazón hay
una llama para ti.
No es tarde, no existe el tiempo, y no tienes que justificarte.
Siempre estoy aquí, solo tienes que buscarme.
Si tu cielo se nubla, y tienes miedo, puedo acompañarte.
Y si no estoy de acuerdo, igual puedo apoyarte.
Puedo caminar junto a tu silencio y a tu pena.
Y si lloras, lloraremos, porque tu dolor será el mío.
Y en tus alegrías, reiremos a carcajadas del tiempo.


Infinitas Gracias al que me regaló este poema, quedará en mi corazón.