Son cinco los sentidos que me permiten el equilibrio, la sensación de orientación, de estabilidad, lo que me mantiene con los pies sobre la tierra. La vista, los ojos, la presencia o ausencia de luz, lo superficial, lo material, lo físico, están para observar, para ver TODO lo que me rodea, no sólo para verte a vos. La audición, los oidos, la presencia o ausencia de sonido, de vibraciones, lo fuerte, lo bajo, lo importante, escuchar, están para oír TODO lo que me dicen, no sólo para escucharte y escuchar tu dulce vos. El tacto, la piel, las sensaciones, el calor, el frío, lo tibio, están para sentir, para percibir TODO lo que tenga cerca, para que me cause dolor o placer, no sólo para que al rozarte me des escalofríos. El olfato, la naríz, la presencia o ausencia de olores, están para recordar TODO olor que haya pasado cerca mío, no sólo para que quede en mi memoria tu perfume. El gusto, la lengua, la presencia o ausencia de sabores, están para probar TODO lo que tenga ganas de sentir su gusto, no sólo para querer probarte a vos. Pero me falta algo, eso que una a cada uno de ellos, que logre la relación, el amalgamiento de los cinco anteriores, algo así como el corazón, eso que late, que siente, centro de sentimientos, que guarda en su interior TODO aquello que lo marca a fuego por medio de un recuerdo, no sólo para dejarte que vivas en él, no sólo para que te aproveches de su vulnerabilidad. No quiero que seas lo que une mis sentidos, no quiero que seas esa sexta intervención, no quiero verte, no quiero oírte, no quiero tocarte, no quiero olerte, no quiero volver a probarte, no quiero que estés en mi corazón por mucho tiempo más, pero tampoco quiero perder mi estabilidad. Quedate cerca mío, dejame sentirte, ¿No ves qué sin vos me caigo?.
Naaaaatilu-
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