martes, 4 de noviembre de 2008

lluVia

Caras.
Todas iguales, busco, busco, busco, es imposible encontrar el gesto de cortesía entre tantas caras iguales. Camino y miró, atenta, apurados, corren, empujan, gritan, lloran, nadie ríe, nadie abraza, nadie canta una canción, nadie cuenta los numeritos del boleto del colectivo, nadie lee las tarjetas del subte, nadie le deja el paso a aquella señora mayor. Bocinazos, luces, carteles, colores, cierro los ojos y me encuentro, a mi, sonriendo, estoy llena, estoy completa, estoy satisfecha, soy diferente a los demás, soy transparente. Abro los ojos, ruidos otra vez, camino, rápido, busco, busco, recorro las calles buscando a alguien que sonría, alguien que cante, alguien que espere que llueva para salir a caminar, alguien que regale su luz. Nada, vacío, cuerpos inanimados, llenos de odio, de rencor, de envidia. Ironías, aires de superioridad, me cuesta respirar, quiero llegar, quiero evitarlos, no quiero caer, camino más rápido, no me dan las piernas, me persiguen, quieren absorver mi magia, más rápido, más rápido, corro, abrazo a mi sinceridad, no voy a dejar que nadie me quite mi alegría. Sigo buscando, sigo mirando, nada, todo gris, todo oscuro, paro en una esquina, me escondo detrás de una ilusión, y estoy al acecho, espío. Encuentro calma, respiro profundo, y sigo mi camino, miradas hacia abajo, rechazos, ¡Qué difícil se hace!, no me doy por vencida, algo late en mi pecho y me dice que no baje los brazos. Unas cuadras más, ¡Vamos, sólo unas más!, semáforo rojo, paro, y algo llama mi atención, se contraen mis pupilas, una luz me encandila, mi corazón se acelera, me transpiran las manos, levanto la vista, y te veo, firme, sonriente, cantando aquella canción, moviendo las piernas siguiendo el compás. Verde, cruzó, uno a uno fueron desapareciendo aquellos seres sin luz, me tomaste la mano, y sentí tu mano en mi espalda, el abrazo recorrió mi cuerpo, todo ha callado, y una gota se posa en mi frente, otra en mi hombro, otra sobre tu mejilla, y escucho el ruido de la lluvia contra el asfalto ya no tan gris...
¡Al fin te encontré!


Natilu.

¿?

Desde una postura simple,
palabras fáciles de entender
horas
sólo fueron necesarias,
para que mi cabeza
te
extrañe.
Extraños sentimientos del corazón,
mezclados con la ignorancia,
de mi
cabeza
otra vez.
Palabras que de ser simples
no quiero entender,
entiendo que no quiero creer
¿Porqué
no te
creo?
Simplezas no son necesarias,
nada es más transparente,
que vos y yo,
sin
mentiras...
¿Con verdades?

-ulitaN