viernes, 13 de junio de 2008

Instrucciones para subir una escalera.

Nadie habrá dejado de observar que con frequencia el suelo se pliega de manera tal que una parte sube en ángulo recto con el plano del suelo, y luego la parte siguiente se coloca paralela a este plano, para dar paso a una nueva perpendicular, conducta que se repite en espiral o en línea quebrada hasta alturas sumamente variables. Agachándose y poniendo la mano izquierda en una de las partes verticales, y la derecha en la horizontal correspondiente, se está en posesión momentánea de un peldaño o escalón. Cada uno de estos peldaños, formados como se ve por dos elementos, se situá un tanto más arriba y adelante que el anterior, principio que da sentido a la escalera, ya que cualquiera otra combinación producirá formas quizá más bellas o pintorescas, pero incapaces de transladar de una planta baja a un primer piso.Las escaleras se suben de frente, pues hacia atrás o de costado resultan particularmente incómodas. La actitud natural consiste en mantenerse de pie, los brazos colgando sin esfuerzo, la cabeza erguida aunque no tanto que los ojos dejen de ver los peldaños inmediatamente superiores al que se pisa, y respirando lenta y regularmente. Para subir una escalera se comienza por levantar esa parte del cuerpo situada a la derecha abajo, envuelta casi siempre en cuero o gamuza, y que salvo excepciones cabe exactamente en el escalón. Puesta en el primer peldaño dicha parte, que para abreviar llamaremos pie, se recoge la parte equivalente de la izquierda (también llamada pie, pero que no ha de confundirse con el pie antes citado), y llevándola a la altura del pie, se le hace seguir hasta colocarla en el segundo peldaño, con lo cual en éste descansará el pie, y en el primero descansará el pie. (Los primeros peldaños son siempre los más difíciles, hasta adquirir la coordinación necesaria. La coincidencia de nombre entre el pie y el pie hace difícil la explicación. Cuídese especialmente de no levantar al mismo tiempo el pie y el pie). Llegado en esta forma al segundo peldaño, basta repetir alternadamente los movimientos hasta encontrarse con el final de la escalera. Se sale de ella fácilmente, con un ligero golpe de talón que la fija en su sitio, del que no se moverá hasta el momento del descenso.

Gracias Julito Gracias!

Julio Cortázar- Historia de cronopios y famas

Piedra azul.

Una vez leí que hay piedras en el camino, y es muy cierto, con cuántos cientos de piedras tendré que tropezar en mi camino, para caer una y otra vez y así aprender a superar las trabas que la vida nos propone. Levantar la pierna y pasar por arriba la piedra no te sirve de nada, es saltear etapas que nunca más vas a poder volver a vivir, es una sensación maravillosa la de poder sentir que pudiste superar una caída dolorosa, no hay mal que por bien, no venga. La vida se vive de a pasos cortos, para que esforzárte en avanzar si luego vas a querer retroceder para pasar esa pierda que dejaste olvidada. Cada una de ellas, tiene la clave para pasar la siguiente y así sucesivamente, vas a necesitar de la anterior para avanzar correctamente. Nada puede fernarte una vez que tu impulso sale de adentro de tu corazón, no hay nada más fuerte que las ganas de vivir, cuando realmente se quiere vivir la vida. Nada puede frenarme ahora, nadie puede alcanzarme, tu piedra está cerca y la veo desde lejos, ojalá puediera llegar y levantarla, guardarla en un bolsillo y quedarme con ella, una vez que te tenga en mis manos, te miraré un rato, te acariciaré, te llevaré a mi casa y te tendré por siempre cerca. Pero es válido aclarar que nada me costaría correr hasta la calle, y enterrarte en la tierra, o acercarme hasta el mar y tirarte con tanta fuerza que el ruido que hagas al caer no llegue a mis oídos. No te pido que no me hagas caer, te pido que me ayudes a levantarme.

Natilu-

te quiero tanto pero tanto

paraloahí

¿ Y cómo puede ser que todo siga igual de bien? Explícame, ¿Cómo algo que te va a importar tan poco?, es que no te importa o que te importa mucho y tu orgullo va más allá del corazón, es que elegís con la cabeza las cosas del corazón. Igual creo que lo que responde mi pregunta es que sos de hombre, y que te pensás que tenés la razón en todo, más allá de por vos mismo, porque todos te hacen creer que la tenés, pero que te quede bien claro que lo que no tenés, son huevos, te falta taanto taaaaanto, que no te das una idea.

Incesantes,
deseables,
insoportables,
rojizas,
contínuas,
tiernas,
verdaderas,
viejas,
lejanas, ganas de que darte un abrazo.