domingo, 30 de agosto de 2009

Vitácora para un Final.

Me gustaría pedirte una opinión, que me respondas como hablás siempre, con sinceridad, presición y con cafés y cigarrillos de por medio.
¿Qué necesidad había de que irrumpas en mi vida y te vayas sin siquiera saludar?, así como si nada. Realmente creo que no sacás demasiadas cosas positivas, mientras que yo imaginaba una interminable pila de signos de suma, si hubieras tenido las "ganas" y la "fuerza" de resolver conmigo esta ecuación de decimonoveno grado.
Te lo juro que no quiero ni pensar las cosas que ya estoy imaginando, no percibía esa imagen de vos, y mirá que yo soy de las que te saca la ficha al toque, debo tener a plutón como centro de mi luna...
Todo tan cercano ché, todo tan palpable que parece inexsitente, todo tan discutible, todo tan poco lógico, todo tan... nada.
Para que te des una mínima idea de lo perdida que estoy, mi todo gira alrededor de esa nada, obro por esa nada, desarmo y vuelvo a armar cambiando posiciones buscando una sola, una sola y puta respuesta, una única solución.
La lenta máquina del desamor, ¿Lenta Julito? pffff, por favor es cada vez más rápida, e f í m e r a. Los cuerpos que abandonan las almohadas, ¡Qué indiferencia!
Parece ser que somos demasiados parecidos, parece que el miedo nos sienta tan bien que no estamos dispuestos a pelear en su contra, sí corazón, que cagones ambos, qué iguales somos, siempre fuiste mi espejo, quiero decir que para verme tenía que mirarte.
Siempre pensé que serías mi cable a tierra y a la vez mis alas para despegar, ¿Quizás fue la desesperación del miedo a la soledad no? DESESPERA mi vida, desespera.
Te darás cuenta que odio que las cosas termines así, odio la perfección de este final, todo tan bien, todo tan normal, ya no desnudos para el otro, ya no te amo mi amor.


Natilu, minimamente inspirada por After such pleasures.